Por Giorgio Gosetti
(ANSA) - ROMA 25 ABR - El martes 14 de mayo promete seguir
siendo, a su manera, una fecha histórica en la leyenda de la
cinefilia moderna: el Festival de Cannes ofrece su preestreno a
la obra maestra de Abel Gance "Napoléon" en una edición
restaurada.
Se trata de una versión restaurada que supera en
exhaustividad incluso la presentada por el director al
presidente de la República francesa Gaston Doumergue, flanqueado
por los mariscales Foch y Joffre (los héroes de la Gran Guerra)
el 7 de abril de 1927 en la àpera de París.
Por motivos de duración del festival, en la Croisette sólo
se podrá ver la primera parte de la saga, titulada "La premiŠre
époque", que acompaña la epopeya de Bonaparte desde su infancia
en el colegio militar hasta sus primeros éxitos militares, en
poco menos de cuatro horas de un sorprendente espectáculo
técnico y narrativo.
Porque se trata de un auténtico acontecimiento destinado a
caracterizar una edición del festival que se abre con el signo
del orgullo nacional, como lo confirma la película inaugural del
evento, "Le deuxiŠme acte" de Quentin Dupieux, con Léa Seydoux,
Louis Garrel y Vincent Lindon presentado por la madrina Camille
Cottin. Porque "Napoléon vu par Abel Gance" (este es el título
original que capta bien el ego de su autor) es una especie de
piedra filosofal de la restauración cinematográfica.
Tras el "estreno" de París, la película sólo se presentó dos
veces en la edición completa (12.800 metros de película, aunque
sin la invención visual del final proyectada en tres pantallas
simultáneamente) a principios de mayo del mismo 1927.
Luego, entre cortes brutales para las diferentes versiones
comerciales, la competencia de la incipiente llegada del sonido,
ediciones diferentes cada vez, el fresco monumental, que, sin
embargo, se detiene en la campaña italiana del general
Bonaparte, se perdió en mil corrientes.
Permaneció la obsesión de por vida en las ambiciones del
director, que volvió sobre el tema varias veces: un cortometraje
con diálogos en 1934, un "Napoleón sobre Austerliz" en 1960, un
"Napoleón sobre Santa Elena" al final de su carrera en 1972.
Por el contrario, descoloró la memoria del original, aunque
en 1970 fue el propio Gance quien revisó su primera obra con una
versión de 24 fotogramas por segundo, utilizando la versión
sonora de 1935 durante una duración de casi cinco horas.
Con algunas inserciones adicionales y la reconstrucción del
tríptico final sincronizada para ser proyectada simultáneamente
en tres pantallas una al lado de la otra, fue el historiador de
cine Kevin Brownlow quien editó una edición filológica para la
CinémathŠque Fran‡aise en 1980, presentándola en Londres con la
nueva partitura sonora de Carl Davis (la original fue firmada
por Arthur Honegger).
Francis Coppola también se refirió a esto y realizó una
edición más corta (cuatro horas) para adaptarla a la
orquestación de su padre, Carmine Coppola. En esta versión,
"Napoleón" fue el espectacular acontecimiento de Majencio de
1981, proyectado al pie del Arco de Constantino en presencia de
Danielle Mitterrand, Jack Lang, el alcalde de Roma Luigi
Petroselli, Enrico Berlinguer y Francis Coppola.
La lluvia interrumpió el espectáculo durante aproximadamente
media hora, pero nadie se movió y al final Claude Lelouch
comunicó por teléfono el larguísimo aplauso del público a Abel
Gance, de noventa años, que en París vio el sueño de su Película
presentada en la cuna del mundo romano soñado por Napoleón.
Una empresa igualmente épica fue posible poco después por
Andrea Andermann, quien proyectó "Napoleón" en la playa toscana
frente a la isla de Elba colocando las tres pantallas necesarias
para el tríptico final en barcazas ancladas a pocos metros de la
costa.
Hasta ayer había, pues, 21 versiones de la superproducción,
la última de las cuales, nuevamente firmada por Brownlow para el
British Film Institute en 2000, presentaba una reconstrucción
que duró cinco horas y media y requirió medio siglo de
investigación en archivos cinematográficos de todo el mundo.
Ahora todo esto será superado por el trabajo de Georges
Mourier y su equipo para la CinémathŠque Fran‡aise que devuelve
"Napoléon vu par Abel Gance" a una duración de siete horas,
minuciosamente reconstruida a partir de la visualización de más
de 100.000 metros de película y la lectura de las notas del
director para su editor y hoy conservadas en la BibliothŠque
Nationale.
Las fuentes provienen de los cinco continentes y ciertamente
se acercan mucho al proyecto original. De hecho, la película le
costó a la producción PathŠ cuatro años de preparación y rodaje,
hasta 6.000 figurantes reclutados en los lugares reales de los
hechos narrados, dos protagonistas deslumbrantes (el niño
Vladimir Roudenko y la estrella de teatro Albert Dieudonné), una
cuarentena de actores populares de la época, 200 técnicos para
filmar soluciones nunca antes probadas y cambios de color
influenciados por los estados de ánimo de la historia.
Se suponía que sólo sería el primer capítulo de seis, pero
siguió siendo único e insuperable a su manera también por la
magnilocuencia patriótica que supo inculcar en el público. Emile
Vuillermoz, que había acudido al plató de la revista "Le Temps",
describió un día de rodaje animado y lleno de extras: "Si Abel
Gance hubiera tenido diez mil extras a sus órdenes el día de la
Revolución Francesa, extras como estos, ebrios de historia y con
el alma aturdida por la emoción de obedecer, podría a su vez
lanzarlos a atacar cualquier obstáculo, hacerles invadir el
Palacio de los Borbones o el Eliseo y hacerse proclamar
dictador".
Después del preestreno en Cannes, "Napoléon vu par Abel
Gance" será presentado en sus dos partes originales en una
velada especial de cine-concierto sinfónico, con 250 músicos a
pie de pantalla, en el Seine Musicale de París los días 4 y 5 de
julio; luego en Montpellier, en la CinémathŠque fran‡aise y,
antes de aparecer en televisión, en los grandes festivales de
verano (boreal). (ANSA).