Por Alberto Zanconato
(ANSA) - MOSCU, 26 APR - El presidente ruso, Vladimir Putin,
anunció hoy que viajará a China el próximo mes para mantener
nuevas conversaciones con su par Xi Jinping, a quien calificó de
"amigo" y "hombre de verdad".
Esas declaraciones se produjeron justo cuando el secretario
de Estado estadounidense, Antony Blinken, se encuentra en Pekín
con la tarea declarada de intentar convencer a los dirigentes
chinos de que pongan fin al apoyo militar a Rusia, de cual
Estados Unidos acusa a China.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo, por ejemplo,
que tenía conocimiento de "informes creíbles" de que un barco
ruso, sancionado por Estados Unidos por estar implicado en
transferencias de armas norcoreanas a Rusia, el Angara, se
encuentra actualmente atracado en un puerto chino.
Medios internacionales revelaron imágenes de satélite del
cargamento, el cual estaría anclado en el puerto de la provincia
oriental de Zhejiang.
Por su parte, el grupo de expertos británico Royal United
Services Institute (RUSI) aseveró que el barco ya transfirió, en
el pasado a puertos rusos, miles de contenedores que se cree que
contienen municiones norcoreanas.
Antes de la llegada de Blinken, China rechazó las
afirmaciones de Estados Unidos, y también aprovechó para
calificar de "extremadamente hipócrita y completamente
irresponsable" el enfoque del gobierno de Washington, que aprobó
"una ley de ayuda a gran escala para Ucrania y, al mismo tiempo,
lanzó acusaciones infundadas contra el comercio normal entre
China y Rusia".
Sobre la cuestión ucraniana, "China siempre mantuvo una
posición objetiva y justa, apoyó activamente las conversaciones
de paz y presionó por una solución política", añadió el gobierno
de Pekín.
La visita anunciada a China, en mayo, será la ocasión del
tercer encuentro cara a cara de Putin con Xi Jinping en poco más
de un año, coincidiendo con un desarrollo decisivo en las
relaciones comerciales que llevó el comercio bilateral a
alcanzar un récord de 240 mil millones de dólares en 2023.
El anuncio lo hizo el presidente ruso durante el congreso
de la Unión de Industriales y Empresarios en Moscú.
Un participante le pidió que le llevara un ejemplar de la
novela "¨Qué hacer?" como regalo al líder chino, del
revolucionario democrático del siglo XIX Nikolai Chernyshevsky,
que Xi había llamado su libro favorito durante una visita a
Moscú.
"Definitivamente me lo llevaré y se lo daré a nuestro
amigo, que es un gobernante fuerte y un hombre de verdad",
respondió el jefe del Kremlin.
Chernyshevsky fue, entre otras cosas, una de las
inspiraciones de Vladimir Lenin, el principal dirigente de la
Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, y autor a su vez de un
manifiesto político con el mismo título de la novela.
Que las tensiones internacionales en torno al conflicto
ucraniano siguen en niveles de alarma lo demuestran las
declaraciones del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko,
para quien ya "varias docenas" de ojivas nucleares rusas están
desplegadas en su país.
Armas que Minsk y Moscú están listas para utilizar en caso
de un ataque a Bielorrusia.
Lukashenko advirtió sobre posibles "provocaciones armadas"
por parte de Ucrania, país al que acusó de haber reunido nada
menos que 120.000 soldados en la frontera bielorrusa.
Una afirmación que suscita cierto escepticismo entre los
observadores, dada la evidente escasez de tropas a la que
también se enfrenta Kiev en la línea de contacto con las fuerzas
rusas.
Mientras, Moscú respondió al anuncio de Washington de que
ya había enviado, en secreto, misiles balísticos Atacms a
Ucrania diciendo que esto confirma que Estados Unidos está
"directamente involucrado" en el conflicto.
Pero los nuevos suministros no cambiarán la situación sobre
el terreno y "causarán más problemas a la propia Ucrania",
afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Una lectura opuesta la dio el Secretario General de la
OTAN, Jens Stoltenberg, quien durante una visita a Berlín afirmó
"que no es demasiado tarde para hacer
Ucrania prevalece", siempre y cuando los aliados cumplan sus
promesas de armas. (ANSA).