Por Tullio Giannotti
(ANSA) - PARIS 25 ABR - El molino más famoso del mundo, aquel
nacido en el fulgor de la Belle Epoque, 135 años atrás, a los
pies de Montmartre, está desprovisto desde la pasada noche de su
símbolo: las aspas de la hélice -que recordaban las decenas de
molinos que entonces existían en funcionamiento en la colina de
Montmartre- cayeron en plena noche.
Sin herir a nadie, por fortuna, y justamente después del
cierre del célebre local, que ofrece dos espectáculos diarios
los 365 días del año. Incluida la noche de hoy, con el show que
no se frenó siquiera por la caída de las históricas aspas.
En la mañana, y hasta que las reliquias del molino no fueron
retiradas de la acera de Pigalle, decenas y decenas de turistas
se inmortalizaron en irrepetibles selfies: ls 4 aspas rojas
extendidas en tierra, cerca de las letras MOU, la primeras tres
del celebérrimo letrero.
Por circunstancias que aún se desconocen terminaron en el
suelo hacia las 3: "explicaciones acerca de lo sucedido no
tengo, al menos por el momento", repitió todo el día Fanny
Rabasse, responsable ante la prensa del Moulin Rouge. "Las aspas
son objeto de una exhaustiva manutención y un organismo externo
se hace presente cada dos meses para verificar que todo esté en
orden. Y más, nuestros equipos de técnicos pasan una vez por
semana para controlar a la estructura y el mecanismo", añadió.
"El Moulin tiene 135 años, las ha visto duras, nos
levantaremos", fueron las palabras de Jean-Victor Clerico,
director del más antiguo cabaret de París, lo que despejó el
campo de sospechas: "Sabemos que no fue un acto doloso, es
probablemente un problema técnico", garantizó.
Fuentes de la policía, citadas por Le Parisien, hicieron
saber que se sigue la pista del incidente debido "a las
condiciones climáticas" que se abatieron -en los últimos días
viento fuerte y lluvia- sobre una estructura vetusta. La
ministra de Cultura, Rachida Dati, expresó -en un mensaje en X-
"la emoción particular del mundo del espectáculo y de todos los
enamorados de París", mientras la alcaldesa Anne Hidalgo dijo
que tener "mucho dolor" por lo ocurrido en un lugar "célebre en
todo el mundo".
Tanto el ministerio como el municipio se dijeron dispuestos
a ayudar al Moulin Rouge para las reparaciones. Inaugurado el 6
de octubre de 1889, seis meses después de la Torre Eiffel, el
Moulin fue la cuna del French Cancan y se convirtió en el más
famoso y frecuentado de los locales parisinos.
La fachada, rojo vivo, fue enriquecida por mecanismos
eléctricos ya en los primeros años del siglo XX, una de las
primeras en París. No se pueden contar las estrellas que se
exhibieron en el local, a comenzar por Mistinguett, verdadera
reina de la escena de los años '20. Y hasta Edith Piaf se
presentó en la sala en 1944, junto a un joven Ives Montand.
Entre las estrellas extranjeras Liza Minelli, Ella
Fitzgerald y Frank Sinatra, mientras Elvis Presley pasaba allí
una velada cada vez que visitaba París. El espectáculo más
reciente, "'Féerie", prevé -como todos sus predecesores- una
referencia irrenunciable al cancan, el baile inmortalizado por
el pintor Toulouse-Lautrec.
Antes de la caída de las aspas, el único grave episodio que
se recuerda es el incendio ocurrido durante las tareas de
reestructuración en 1915, luego del cual el Moulin permaneció
cerrado por 9 años.
A los espectáculos del Moulin Rouge asisten cada año unos
600.000 espectadores, subdivididos en dos espectáculos diarios,
365 días al año, unos 1.800 al día. Trabajan en el cabaret 450
personas en total y cada año en el local son vendidas al público
240.000 botellas de champán. (ANSA).