Por Manuela Tulli
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 29 APR - La visita del domingo
a Venecia mostró a un pontífice en buena forma, dispuesto a
afrontar los numerosos acontecimientos de este 2024 y con la
mirada ya proyectada hacia el Jubileo del próximo año.
El Papa se mostró con la voz clara, el buen humor
inquebrantable y, sobre todo, ningún signo de cansancio.
El Vaticano anunció hoy el programa de la próxima visita
apostólica: Francisco estará en Verona el 18 de mayo. Y si
Venecia lo mantuvo ocupado durante cinco horas, en la ciudad de
Verona tendrá un día lleno de citas, desde el encuentro en San
Zeno primero con los sacerdotes y luego con los niños hasta la
misa en el estadio Bentegodi.
Entre los momentos más importantes estuvieron el encuentro
por la paz en el Arena y el almuerzo con los internos de la
prisión de Montorio. Salida a las 6.30 horas, regreso al
Vaticano a las 18.15 horas.
Pero antes del verano hay otras dos citas ya oficializadas:
la presencia del Papa en el G7 en Apulia a mediados de junio,
como confirmó hoy el cardenal secretario de Estado Pietro
Parolin, y la clausura de la Semana Social de la Conferencia
Episcopal Italiana (CEI) en Trieste, el domingo 7 de julio.
Entonces se abrirá el capítulo de los viajes
internacionales: ya ha sido anunciado el largo viaje a Asia, del
2 al 13 de septiembre, durante el cual visitará Indonesia, Papúa
Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Se prepara un viaje a Bélgica y Luxemburgo para otoño,
mientras se habla de su posible participación en la "Cumbre del
futuro", convocada por la ONU para finales de septiembre en
Nueva York. Al reunirse con las Escuelas de la Paz hace unos
días, el Papa Francisco recordó este nombramiento hablando de
"un acontecimiento importante".
La invitación, tanto del presidente Javier Milei como de los
obispos de su patria, a visitar la Argentina queda siempre en un
segundo plano.
El Papa proseguirá luego los encuentros con "su" diócesis: a
finales de esta semana podría reunirse con un grupo de párrocos
de Santa Croce de Jerusalén, mientras que a mediados de mayo
podría visitar la parroquia de San Giuseppe al Trionfale.
Se trata de citas sobre las que todavía existe una estricta
confidencialidad y que, por tanto, no están confirmadas de
momento.
Una agenda muy ocupada para el Pontífice de 87 años que, por
motivos de salud, en ocasiones se ha visto obligado a renunciar
a algunas cosas, como le ocurrió con el viaje a Dubái para
asistir a la COP (Cumbre del Clima) o para el Vía Crucis en el
Coliseo.
Francisco, en cambio, mira ya hacia el Jubileo de 2025. El 9
de mayo, día de la Ascensión, se revelarán los detalles
contenidos en la Bula de Invocación que será leída solemnemente
en la basílica vaticana antes de la celebración de las segundas
vísperas de la tarde. (ANSA).