(di Massimo Lomonaco)
(ANSA) - TEL AVIV, 30 APR - Rafah sigue en la mira de
Benjamín Netanyahu, con o sin un acuerdo con Hamás para una
tregua duradera. Pese al optimismo por un acuerdo que debería
materializarse en las negociaciones de El Cairo en las próximas
48 horas, el primer ministro israelí insiste -al menos de
palabra- en reivindicar la necesidad de la operación militar en
la ciudad más meridional de Gaza, repleta de palestinos
desplazados.
Durante una reunión con representantes de las familias de
los cerca de 130 rehenes israelíes que siguen en manos de Hamás
desde el pasado 7 de octubre, Netanyahu reiteró que "la idea de
poner fin a la guerra antes de alcanzar todos nuestros objetivos
es inaceptable".
"Nosotros -explicó- entraremos en Rafah y aniquilaremos a
todos los batallones de Hamás allí presentes, con o sin acuerdo,
para lograr la victoria total".
Una medida que, sin embargo, debe enfrentarse a la clara
oposición de Estados Unidos, que no quieren la operación
terrestre, así como de la ONU ("sería una escalada intolerable",
según el Secretario General, Antonio Guterres), y con el
espectro de posibles órdenes de arresto por crímenes de guerra
por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya tanto
para el primer ministro como para otros miembros del liderazgo
político-militar de Israel.
No es casualidad que Netanyahu haya denunciado que el
Tribunal "no tiene autoridad sobre Israel" y que cualquier orden
judicial sería "un crimen de odio antisemita".
Corresponde ahora al Secretario de Estado norteamericano,
Antony Blinken, en su enésima misión, que comienza esta tarde, a
Israel, impulsar un acuerdo que parece estar en la recta final y
hacer de la mencionada iniciativa de la CPI la clave con
Netanyahu para retirar la operación militar a Rafah, para la
cual las FDI ya tienen planes listos.
Los rumores sobre el acuerdo recogidos por el Wall Street
Journal implican dos fases: la primera con la liberación de al
menos 20 rehenes en 3 semanas para un número no especificado de
prisioneros palestinos; el segundo incluye un alto el fuego de
10 semanas durante el cual Hamás e Israel acordarían una
liberación más amplia de rehenes y una pausa prolongada en los
combates que podría durar hasta un año.
Un objetivo tan importante, casi 7 meses después del inicio
de la guerra, que empujó a Blinken a contactar directamente con
Hamás para pedir a la facción palestina que aceptara la
propuesta "sin más demora".
El espectro de La Haya para Israel está adquiriendo mientras
tanto contornos cada vez más claros, dado que los investigadores
de la CPI, según la prensa internacional, recogieron testimonios
del personal de los dos principales hospitales de Gaza.
"Las fuentes, que pidieron no ser identificadas debido a lo
delicado del tema, dijeron que los investigadores de la CPI
tomaron testimonios del personal que trabajó en el hospital
principal de la ciudad de Gaza, Al Shifa, y en Nasser, el
hospital más grande de Khan Younis".
"La posibilidad de que la CPI emita órdenes de arresto por
crímenes de guerra contra comandantes de las FDI (Fuerzas de
Defensa de Israel) y líderes estatales es un escándalo de escala
histórica", replicó Netanyahu.
"Será la primera vez que un país democrático, que lucha por
su existencia según todas las normas del derecho internacional,
será acusado de crímenes de guerra. Si esto sucediera -tronó el
primer ministro israelí- sería un recuerdo imborrable, mancha
para toda la humanidad. Un crimen de odio antisemita, que
añadiría combustible al antisemitismo".
Mientras tanto, en el día 207 de conflicto, se comienza a
vislumbrar lo concreto de la continuidad de la ayuda humanitaria
en Gaza.
El portavoz del Consejo de Seguridad estadounidense, John
Kirby, afirmó que "el muelle temporal para la entrada de ayuda a
Gaza estará terminado en los próximos días", ya que las obras de
construcción avanzan "muy rápidamente".
Centcom también publicó imágenes del muelle construido
frente a la costa de la Franja. Las fotos muestran a
tripulaciones de varios buques de guerra construyendo la
plataforma, que costará alrededor de 320 millones de dólares.
(ANSA).