(ANSA) - PARIS, 30 APR - Después de más de 6 meses de
restauración, los visitantes del Louvre descubrirán, desde el
jueves, los verdaderos colores de uno de los cuadros más
simbólicos de la historia de la pintura: "La libertad guiando al
pueblo", de Eugéne Delacroix, amarillento luego de años y ahora
devuelto a su antiguo esplendor.
"Somos la primera generación que redescubrirá los colores de
Delacroix", comentó, con satisfacción, el director del
Departamento de Pintura del Louvre,
Sébastien Allard.
El cuadro, que más allá del Louvre pudo ser admirado
solamente en Lens, norte de Francia, y en Japón, en 1999,
representa la alegoría de la Libertad: una mujer con un seno
desnudo que empuña y alza una bandera con los colores franceses
sobre una barricada, entre los insurgentes en el corazón de
París. Fue pintado por EugŠne Delacroix en 1830.
"Hasta ahora -subrayó Allard- se perdía la riqueza de la
intensidad cromática, los diversos planos, los blancos, las
sombras, todo estaba uniforme bajo estratos amarillentos".
Con los años, unas 8 capas de barniz fueron aplicados al
cuadro para reavivar los colores, que finalmente redujeron a una
masa uniforme amarilla y oscura, en la cual el polvo y la
suciedad empeoraban las cosas.
La última restauración data de 1949, ahora la operación
llegada a término hizo emerger los grises, los negros, los tonos
oscuros y los blancos que iluminan de nuevo la tela, comenzando
por el humo blanco que sale de las armas y el polvo que sale de
las barricadas. En Alto! el cielo azul sobre las torres de
Notre-Dame en segundo plano.
El gran cuadro -2,60 metros de altura, 3,25 metros de largo,
sin el marco- llegó al Louvre en 1974. Perteneció siempre al
Estado, que lo adquirió en la primera exposición pública en
1831. Representa la revolución de julio de 1830, pero poco a
poco se convirtió en un símbolo de la Revolución en sentido
general, de la efigie de Marianne de Francia, de la República
Francesa y, más en general, de la propia Francia. Era la imagen
de los carteles expuestos en el momento de la liberación de
París en 1944, y a lo largo de su historia ha encontrado un
lugar en los billetes y sellos. (ANSA).