Por Ariel Ferrero
(ANSA) - NUEVA YORK 1 MAY - El expresidente Donald Trump, que
desde hace días pasó la mayor parte de su tiempo sentado en el
banquillo de los acusados, está de vuelta en la campaña,
apostando este miércoles a dos estados considerados campos de
batalla: Wisconsin y Michigan.
El calendario legal del magnate le impidió en las últimas
tres semanas poner el foco en su campaña electoral, lo que
repercutió en las encuestas, donde el presidente Joe Biden
comenzó a recuperar terreno de cara a las presidenciales del 5
de noviembre.
Trump primero hará campaña en Waukesha, Wisconsin, y luego
se dirigirá a Freeland, Michigan, para un mitin nocturno,
buscando captar la atención de votantes claves para llegar a la
Casa Blanca.
Será la primera vez que Trump celebra un mitin desde el
inicio de su juicio por dinero por silencio a la actriz porno
Stormy Daniels en Nueva York. El expresidente tenía programado
celebrar un mitin en Wilmington, Carolina del Norte, hace dos
semanas, pero tuvo que cancelarlo debido al mal tiempo, y solo
pudo participar en una campaña de recaudación de fondos en
Charlotte a principios de esa tarde.
"Voy a entrar en la nevera ahora y sentarme durante unas
ocho o nueve horas", lamentó Trump el martes cuando entró en su
tercera semana de juicio. "Prefiero estar en Georgia. Prefiero
estar en Florida. Prefiero estar en estados que están en juego".
En lugar de hacer campaña en estados indecisos clave, Trump
se ha visto obligado a hacer de la ciudad de Nueva York su base
política, haciendo declaraciones diarias fuera de la sala del
tribunal de Manhattan.
Trump aprovechó cualquier situación por recordar que es el
candidato presidencial republicano. En medio de sus semanas en
los tribunales, hizo una parada en una bodega en Harlem el 16 de
abril, dos días después del inicio del juicio, y en un sitio de
construcción en Manhattan la semana pasada para criticar las
políticas demócratas, pero también para usarla como una
oportunidad para que los periodistas le hicieran preguntas.
También ha permitido que medios de comunicación selectos
capturen las llegadas de líderes extranjeros a los que ha dado
la bienvenida en su actual base de operaciones, la Trump Tower,
durante sus procedimientos judiciales.
Las paradas coreografiadas destacan cómo Trump ha tenido que
equilibrar entre ser un acusado y un candidato presidencial,
reiterando que es víctima de una "caza de brujas".
Aparte de las paradas rápidas en Nueva York y un par de
entrevistas con los medios de comunicación, Trump ha tenido que
confiar en hablar con los periodistas en los pasillos de la
corte. Sin embargo, ha mantenido sus declaraciones relativamente
breves.
El martes por la mañana, el juez Juan Merchan estableció que
Trump debe pagar un total de 9.000 dólares por nueve violaciones
de la orden limitada de mordaza del caso, lo que impide que el
republicano ataque a posibles testigos y otras personas
involucradas en el caso.
El magnate tiene hasta el viernes para pagar la multa.
Mientras tanto, tanto el presidente Biden y la
vicepresidenta Kamala Harris y sus respectivos cónyuges han
estado haciendo campaña agresivamente en estados clave como
Nevada, Pensilvania, Wisconsin y Florida. (ANSA).