(ANSA) - ROMA 1 MAY - La estabilidad financiera italiana está
mejorando gracias a mercados más calmos, una inflación en
descenso, un PIB que debería acelerarse en 2024, bancos sanos y
empresas con una rentabilidad en crecimiento.
Este es el panorama que destaca el Banco de Italia en su
habitual informe, en el que subraya la reducción de la
diferencia entre los títulos de deuda italiana y alemanes.
En el frente opuesto, el instituto central, además de los
riesgos geopolíticos, destaca que la ratio deuda pública/PIB
"sigue siendo un factor de riesgo" y recuerda que para cumplir
el pacto de estabilidad con la UE, hacen falta mayores tasas de
crecimiento y una mejora de la el déficit estructural".
El informe revela que aumentan las compras de bonos públicos
por parte de familias e inversores extranjeros, en busca de
mayores rendimientos, mientras que la participación de los
bancos y compañías de seguros ydel Banco de Italia está
disminuyendo.
Como se destaca en el informe, la proporción de bonos
gubernamentales en manos de familias italianas ha aumentado a
más del 10% del total, un crecimiento que fue paralelo al de los
fondos extranjeros.
Por último, el aumento del poder adquisitivo gracias a la
desaceleración de la inflación y los buenos datos de empleo y el
crecimiento de la tasa de ahorro, que aún se mantiene por debajo
de los niveles precovid, hacen que la "situación financiera de
las familias sea sólida en general".
También es beneficiosa la recuperación de las actividades
financieras, que aumenta el valor de la riqueza, y una
reorientación de los depósitos a los bonos y bonos
gubernamentales con mayores rendimientos.
Las demás tasas, por el contrario, desalentaron la solicitud
de préstamos que registraron un crecimiento nulo a finales de
año.
La calidad del crédito sigue siendo buena, explican los
analistas del Banco de Italia, según los cuales quienes más
sufrieron fueron aquellos con hipotecas a tasa de interés
variable.
Estos "tuvieron un deterioro ligeramente más acusado" que el
total de préstamos, "y durante 2023 la proporción de familias
con al menos una cuota atrasada aumentó ligeramente, aunque se
mantuvo por debajo de la media de los últimos diez años".
(ANSA).