(ANSA) - PARIS 2 MAY - La actividad económica en Italia
"sigue siendo débil" y la previsión es que el PIB crezca un 0,7%
este año y un 1,2% en 2025, según las estimaciones de las
Perspectivas Económicas de Primavera de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicadas hoy en
París.
"La elevada inflación de los últimos dos años ha erosionado
los ingresos reales, las condiciones financieras siguen siendo
restrictivas y la mayor parte de las ayudas excepcionales
relacionadas con la pandemia de Covid-19 y las crisis
energéticas han sido canceladas", detalla la OCDE.
Todo eso, "pesa sobre el consumo privado y la inversión. La
reactivación esperada del crecimiento de los salarios reales y
el aumento de la inversión pública vinculado a los fondos del
plan Next Generation EU de la Unión Europea compensarán solo
parcialmente estas dificultades".
Para la organización, Italia necesita colocar el nivel de
deuda "en una trayectoria más prudente, lo que requiere ajustes
presupuestarios y reformas estructurales". La OCDE subraya que
la deuda pública de Italia se reducirá, pero ''permanecerá por
encima del 3% hasta 2025''.
En este contexto, "será necesario un ajuste presupuestario
amplio y duradero a lo largo de varios años para abordar futuras
tensiones sobre el gasto, y situar el ratio de deuda en una
trayectoria más prudente y respetar las nuevas normas
presupuestarias de la Unión Europea".
''La rápida implementación de las reformas estructurales en
curso en los campos de la competencia, la justicia civil y la
administración pública, así como el aumento de las inversiones
públicas vinculadas al PNRR, son esenciales para apoyar la
actividad a corto plazo, pero también para aumentar el potencial
de crecimiento en el medio plazo", agrega el informe.
Con respecto al resto del mundo, la OCDE estima que el
crecimiento del PIB mundial será del 3,1% en 2024, estable en
comparación con 2023, para aumentar ligeramente hasta el 3,2% en
2025 gracias a "un crecimiento más fuerte de los ingresos reales
y una caída de las tasas clave".
A nivel mundial, "las políticas macroeconómicas deberían
seguir siendo restrictivas en una gran parte de las economías,
con una caída de las tasas de interés reales solo graduales en
los próximos dos años y una consolidación presupuestaria
moderada en la mayoría de los países". (ANSA).