(ANSA) - ROMA, 02 MAG - "Haber llevado a Bologna a jugar una
Copa europea después de 22 años ya es historia, pero ahora el
objetivo es jugar la Champions", resumió el ítalo-brasileño
Thiago Motta, técnico del equipo que mañana visitará al Torino
en el inicio de la trigésimo quinta fecha y podría escalar al
tercer puesto en el campeonato en caso de una victoria.
"Estamos muy satisfechos por lo que hemos logrado hasta ahora,
pero no podemos conformarnos y tenemos que aspirar a más",
agregó Motta, artífice del "milagro" con el equipo revelación
del torneo que con 63 unidades marcha a dos de distancia de
Juventus, a la que buscará relegar en la tabla tras no haberlo
podido hacer en la fecha anterior.
La "Vecchia Signora" empató sus últimos tres partidos y Bologna,
que no pudo capitalizarlo en la jornada previa al igualar 1-1 de
local con Udinese, tratará de hacerlo mañana ante un Torino que
busca reencontrarse con el triunfo luego de cuatro fechas
(igualó dos y perdió dos de los últimos partidos que jugó), pues
Juventus visitará el domingo a Roma, quinta con 59 unidades.
El "giallorosso" de Daniele De Rossi, que hoy cayó por 2-0 de
local en la semifinal de ida de la Europa League ante Bayer
Leverkusen (flamante campeón de la Bundesliga), marcha a cuatro
puntos de distancia del Bologna y hoy por hoy se estaría
asegurando el último pasaje a la próxima Champions junto con el
"azulgrana" de Motta, a Inter, Milan y Juventus.
Con 12 puntos por disputarse hasta el final del torneo, ningún
equipo (salvo Inter claro) puede relajarse y Bologna tampoco
piensa hacerlo empezando por el duelo que jugará mañana en campo
de Torino, "un equipo fuerte al que es difícil convertirle",
destacó Motta al aludir también al incentivo que representará
para el rival de turno el jugar un día antes de celebrarse un
nuevo aniversario de la tragedia de Superga.
Un accidente ocurrido el 4 de mayo de 1949 en la colina del
mismo nombre contra la cual y por efecto de la niebla impactó el
avión que trasladaba de regreso tras un amistoso en Portugal al
plantel del denominado "Gran Torino", que era la base de la
selección italiana de aquellos años y que quedó devastado.
"El recuerdo de Superga seguramente representará una motivación
adicional para el Torino", advirtió Motta, aún cuando aseguró
que "también nosotros llegamos motivados" al duelo al que
Bologna llega precedido por cuatro triunfos y dos empates en sus
últimos seis partidos como visitante, racha que le permite
ponerse a un paso de lograr la clasificación a la Champions.
Motta no podrá contar con el suspendido zaguero neerlandés Sam
Beukema y tiene algunas dudas en el once inicial al que vuelve
al delantero danés Jens Odgaard para enfrentar al "granate" del
croata Ivan Juric, que buscará cortar la racha sin halagos con
el colombiano Duván Zapata y el paraguayo Antonio Sanabria como
sus principales armas en la ofensiva.
"Terminar el campeonato en los primeros diez puestos sería un
gran resultado, pero no una verdadera alegría, sin olvidar que
en mis tres años de gestión arrancamos del decimoséptimo
puesto", explicó Juric en la previa del duelo con un Bologna que
-dijo- "tiene un estilo de juego único en Europa, un plantel con
20 jugadores que están todos al mismo nivel y un técnico que
representa un valor agregado".
"Siento curiosidad por ver cómo sigue su carrera", dijo el
croata sobre su colega, con quien coincidió al destacar que el
jugar un día antes del aniversario de la tragedia de Superga
representa "una responsabilidad adicional en una jornada muy
emotiva para los aficionados del Torino".
Juric aún no definió su futuro y por ese motivo el mediocampista
lituano Gvidas Gineitis afirmó en la previa del duelo con
Bologna: "Ojalá se quede, pero no sé qué sucederá con él, que
siempre me apoyó y me aconsejó".
En relación con el septuagésimo quinto aniversario de la
tragedia de Superga, Torino saldrá al ruedo mañana con una
casaca alusiva diseñada por Joma e inspirada en aquella que
lucía el equipo que hizo historia, de color "granate" y con
cuello blanco (al igual que los puños) y botones. (ANSA).