Por Alberto Zanconato
(ANSA) - MOSCU, 03 MAG - El avance del Ejército ruso en
Ucrania y las dificultades que afrontan las fuerzas de Kiev
están provocando que las tensiones entre Moscú y algunos países
occidentales alcancen niveles alarmantes: de hecho, el Kremlin
advirtió que existe el riesgo de una "escalada directa" después
de que el presidente francés, Emmanuel Macron, planteó, una vez
más, la posibilidad de enviar tropas.
También repudió los dichos del ministro de Asuntos
Exteriores británico, David Cameron, quien consideró lícito que
los ucranianos utilicen armas suministradas por Londres para
atacar territorio ruso.
En una entrevista con el semanario The Economist, Macron
dijo que Occidente debería considerar enviar soldados a Ucrania
en caso de que los rusos rompan las líneas.
Una posibilidad de la que ya había hablado el pasado mes de
febrero, y ante la cual encontró reacciones negativas por parte
de los aliados de la OTAN, empezando por Estados Unidos.
Incluso hoy, el ministro de Asuntos Exteriores italiano,
Antonio Tajani, reiteró la oposición de su país: "Siempre hemos
dicho que no estamos en guerra con Rusia y, por lo tanto, no
enviaremos soldados italianos a luchar en Ucrania", aclaró el
jefe de la Farnesina (cancillería italiana).
En comparación con hace tres meses, las condiciones de las
fuerzas ucranianas empeoraron, lo que demuestra claramente la
escasez de armamento y de hombres frente al progreso de las
fuerzas rusas.
Desde principios de año, afirmó el ministro de Defensa,
Serguei Shoigu, las tropas de Moscú conquistaron unos 550
kilómetros cuadrados de territorio, en particular en el Donbás,
y ahora continúan "penetrando en los bastiones ucranianos a lo
largo de toda la línea de contacto".
No es casualidad, por lo tanto, que Macron haya vuelto a
hablar de su propuesta, al plantear explícitamente la hipótesis
de un colapso de las defensas de Kiev y advertirle a Moscú que
no intente aprovecharse de ello.
Las palabras de Macron son "muy importantes y muy
peligrosas", afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov,
quien aprovechó la ocasión para ratificar que Moscú sigue "de
cerca" las declaraciones de París.
Pero también el gobierno ruso está atento a lo que circula
desde Londres, después de que ayer el ministro Cameron, de
visita en Kiev, dijera que el Reino Unido no solamente decidió
conceder a Ucrania una ayuda de 3.000 millones de libras
esterlinas al año "mientras sea necesario", sino también que los
ucranianos "tienen derecho" a utilizar este tipo de armas
directamente contra territorio ruso.
Una declaración que, para Peskov, representa el riesgo de
una "escalada directa" entre los países occidentales y Moscú, y
que "podría representar potencialmente un peligro para la
seguridad europea".
Precisamente los ataques en territorio ruso, llevados a
cabo hasta ahora principalmente con drones, son la respuesta en
la que se ha basado Kiev para intentar hacer frente a la
dramática situación sobre el terreno.
Ahora podría hacer que esos ataques sean más letales
mediante el uso de nuevas armas, en particular los misiles
balísticos Atacms suministrados por Estados Unidos.
Desde hace días circulan entre las autoridades rusas y en
los círculos diplomáticos de Moscú rumores sobre posibles
ataques al puente de Crimea sobre el estrecho de Kerch, que
conecta la península anexada en 2014 al territorio de la
Federación Rusa, ya afectada por un atentado en 2022.
Dirigiéndose directamente a Estados Unidos, al Reino Unido y
a la UE, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María
Zakharova, advirtió que un ataque de ese tipo recibiría una
"represalia aplastante".
Y para ratificar la gravedad del momento trascendió, desde
Moscú, el sobrevuelo de dos bombarderos estratégicos rusos
Tu-95MS sobre las aguas internacionales del mar de Bering, cerca
de la costa occidental de Alaska.
Los ucranianos también están en alerta máxima ante posibles
nuevos ataques a gran escala por parte de las fuerzas
aeroespaciales rusas.
Según el periódico Kyiv Independent, las autoridades
aconsejaron a los ciudadanos que no vayan a la iglesia durante
las celebraciones ortodoxas de Pascua del domingo y que no sigan
el servicio religioso en línea por temor a bombardeos.
Hoy, dos personas murieron y otras dos resultaron heridas
en un ataque ruso en la ciudad de Kurakhovo, región de Donetsk,
según las autoridades locales ucranianas.
Mientras que una mujer murió en un atentado con bomba en
Járkov, en el noreste del país.
En la región rusa de Belgorod, sin embargo, un depósito de
gas se incendió y dos personas resultaron heridas en nuevos
bombardeos de las fuerzas ucranianas con drones kamikazes, según
el gobernador, Viacheslav Gladkov. (ANSA).